Uno de los campos más estimulantes de los estudios fílmicos es, sin duda, el análisis del trabajo del productor. Figura crucial de la creación cinematográfica, su estudio ha sufrido de severos prejuicios que, a menudo, han caricaturizado sus funciones. Tradicionalmente, los trabajos académicos sobre productores se han abordado desde un punto de vista industrial, desdeñando su papel en la toma de decisiones artísticas. Sin embargo, tal y como pretendemos demostrar en este capítulo, no se puede entender el cine español, ni ninguna otra cinematografía, sin el concurso industrial, pero también creativo, de los productores.